Siéntete cómodo, como si estuvieras en los vestuarios rodeado de otros hombres que se desnudan también. Kirk Gauguin está algo nervioso por su sesión de fotos, pero parece bastante confiado. Se quita los calzones que trae de casa para ponerse los blancos de marca. En la transición del cambio luce un rabo y unas pelotas voluminosas colgando entre las piernas que son perita en dulce. Cuando se coloca los nuevos gayumbos marca paquetón.
El fotógrafo le da un ratito para que el chaval se masajee el paquete. Le gustaría que cuando la sacara de ahí la tuviera ya empalmadita. Kirk cumple con lo que se le manda. Se la saca por un lateral como si fuera a mear. Este movimiento ya nos lo sabemos los tios, cuando la tienes dura en los calzones y la forma de sacarla consiste en abrirse hueco con la mano y retraer un poco el culete, pues así se la saca Kirk, como todos nosotros en esa situación. La tiene gorda y venosa.
Una llamada al iphone interrumpe la sesión y Archuleta aprovecha que está por allí para jugar con él y entrevistarle. Kirk se guarda la polla en los calzones, que en ese momento está durísima, lo que hace que la tela se estire hacia abajo y se le vean las pelotas por los laterales. Retomando la sesión, Kirk se sienta en una silla y se va quitando los gayumbos poco a poco hasta sacarlos por los pies. Ahora la tiene morcillona y le cae hacia abajo tomando la forma de una deliciosa banana.
Y entre los muslos sus cojones bien apretaditos, adaptándose al poco espacio que hay entre sus piernas.
Cuando se levanta le cuelga todo que es una maravilla. Le hace darse la vuelta para enseñar su culito. Kirk se va desplegando las nalgas con las dos manos lentamente, también se sienta en la silla del revés, apoyando los brazos y codos contra el respaldo, dejando el trasero hacia afuera, predispuesto para que llegue un tio con ganas y le penetre.
Y ahora el momento preferido de cualquier fotógrafo, ese donde no tiene que guiar, donde deja que la naturaleza fluya y se convierte en cazador de instantáneas. Kirk se sienta en el sofa y se masturba. Su mano por suerte tiene un buen tramo parta deslizarse porque la tiene bien larga y cuando lo hace las pelotas bailan a su son. Venga arriba y abajo, demostrando su poderío, comenzando a cargarse de leche.
La paja que empezó a mano llena se intensifica al igual que su respiración y ahora se la pela apenas con dos dedos detrás y el pulgar delante, concentrando el placer en la mitad superior del rabo. Comienza a dibujarse la sonrojada forma en sus mofletes. Levanta le culo del sofá. Los cojones ya no bailan, están duros y grandes, bien marcados a cada lado de la base del pene.
El primer lechazo sale descontrolado hacia arriba y hacia la izquierda, el segundo hacia su cadera y el resto de la leche se derrama en la base. Ver ese descomunal pollón en todo su esplendor descargando es lujuria. La respiración agitada da paso a otra más serena y profunda. Se suelta la polla, todavía dura y grande mirando hacia la izquierda, que cae como un mazo sobre su barriga. Todavía queda un último carrete para inmortalizar a Kirk levantándose y andando hacia el baño con la polla erecta recién corrida.
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